Es una respuesta exagerada del organismo ante el ataque de un agente extraño (puede ser animal, mineral o vegetal) a este agente se le conoce como alérgeno. Las alergias se manifiestan de distintas formas, varían en cada persona, en algunos casos pueden ser reacciones leves y en otras muy graves; la manifestación más grave es conocida como anafilaxia y puede ser mortal.
Las alergias son muy comunes, son la causa habitual de algunas afecciones muy habituales en la mayoría de la población.
Una persona puede nacer con una tendencia genética a tener alergias, es decir, ser propenso a desarrollar alergias a corto o largo plazo. En otros casos, los bebés pueden desarrollar reacciones alérgicas como causa de los factores ambientales a los que su madre estuvo expuesta durante el embarazo, incluso el tipo de alimentos que ingirió en esta etapa. Los tipos de alergias más comunes en los neonatos son dérmicas y alimentarias.
Las alergias pueden aparecer en la etapa de lactancia, infancia, adolescencia o edad adulta, aunque es menos frecuente en personas mayores.
Algunas alergias pueden ser temporales y otras permanentes. En el caso de las alergias alimentarias, muchos de ellos la superan con el paso del tiempo, o pueden modificar el nivel de gravedad en distintos momentos de sus vidas.
En el caso de las alergias psicológicas, se ha demostrado mediante un estudio realizado por científicos de la Universidad de Tubinga (Alemania), que las personas que padecen rinitis alérgica, pueden manifestar las mismas reacciones cuando se encuentran en el mismo sitio donde anteriormente sufrieron el ataque alérgico a pesar de haber eliminado el alérgeno del lugar. Esto ocurre posteriormente a una fase de sueño.
El estudio demostró que las personas que durmieron 8 horas y fueron al mismo sitio en donde tuvieron la reacción alérgica, la volvieron a experimentar a pesar de que en el sitio ya no se encontraba el alérgeno; en cambio las personas que no durmieron y asistieron por segunda vez al mismo sitio en el cual ya no se encontraba el alérgeno, no tuvieron ninguna reacción. Así se comprueba que el hipocampo desempeña un papel importante en la construcción de la memoria posteriormente a las horas de sueño, incluso para su respuesta inmunológica.
Las alergias son muy comunes, son la causa habitual de algunas afecciones muy habituales en la mayoría de la población.
Una persona puede nacer con una tendencia genética a tener alergias, es decir, ser propenso a desarrollar alergias a corto o largo plazo. En otros casos, los bebés pueden desarrollar reacciones alérgicas como causa de los factores ambientales a los que su madre estuvo expuesta durante el embarazo, incluso el tipo de alimentos que ingirió en esta etapa. Los tipos de alergias más comunes en los neonatos son dérmicas y alimentarias.
Las alergias pueden aparecer en la etapa de lactancia, infancia, adolescencia o edad adulta, aunque es menos frecuente en personas mayores.
Algunas alergias pueden ser temporales y otras permanentes. En el caso de las alergias alimentarias, muchos de ellos la superan con el paso del tiempo, o pueden modificar el nivel de gravedad en distintos momentos de sus vidas.
En el caso de las alergias psicológicas, se ha demostrado mediante un estudio realizado por científicos de la Universidad de Tubinga (Alemania), que las personas que padecen rinitis alérgica, pueden manifestar las mismas reacciones cuando se encuentran en el mismo sitio donde anteriormente sufrieron el ataque alérgico a pesar de haber eliminado el alérgeno del lugar. Esto ocurre posteriormente a una fase de sueño.
El estudio demostró que las personas que durmieron 8 horas y fueron al mismo sitio en donde tuvieron la reacción alérgica, la volvieron a experimentar a pesar de que en el sitio ya no se encontraba el alérgeno; en cambio las personas que no durmieron y asistieron por segunda vez al mismo sitio en el cual ya no se encontraba el alérgeno, no tuvieron ninguna reacción. Así se comprueba que el hipocampo desempeña un papel importante en la construcción de la memoria posteriormente a las horas de sueño, incluso para su respuesta inmunológica.
Ocurren cuando la persona se expone al alérgeno, puede tener una reacción inmediata o casi inmediata. Las alergias aparecen ante la exposición de distintos alérgenos como cambios de temperatura, polen, alimentos, medicamentos, humedad, picaduras de insectos, entre otros; y pueden provocar varios síntomas como goteos nasales, estornudos, picazón, sarpullidos, hinchazón, asma, falta de aire, etc.
Las alergias van de leves a severas. Una reacción severa llamada anafilaxia puede resultar fatal. Los médicos usan pruebas de piel y sangre para diagnosticar las alergias. Los tratamientos incluyen medicinas, inyecciones y evitar las sustancias que causan alergias.
La mayoría de las alergias no tienen cura pero es importante tratarlas para evitar los malestares o posibles complicaciones graves. Los tratamientos ayudan a aliviar los síntomas de alergia y a mantenerlas controladas.